La Guacamaya Roja

Bosque Antiguo y La Guacamaya Roja

Bosque Antiguo A.C. Es una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad en México. Es uno de los participantes en el Proyecto de Reintroducción de la Guacamaya Roja en México que, en los últimos 3 años, se ha llevado a cabo con la participación de Xcaret, Instituto de Biología de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), y otras organizaciones .

En La Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, Veracruz, donde esta especie fue extirpada hace más de 40 años, el proyecto ha logrado con éxito la liberación en el medio natural y la supervivencia de 64 individuos, después de haber sido criados artificialmente. A pesar de que la re introducción está teniendo éxito, la eliminación ilegal de individuos de la naturaleza permanece como una amenaza potencial a este esfuerzo.

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¡ Guacamayas liberadas hasta el momento !
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Infórmate y haz conciencia dentro de tu círculo social, con tu familia y amigos, para que así todos conozcan las ventajas de conservar a la guacamaya roja.

Proyecto de reintegración de la guacamaya roja en los tuxtlas

Selva de Los Tuxtlas.

La región de Los Tuxtlas se localiza en el estado de Veracruz, ocupa una extensión aproximadamente de 90 Km de largo por 50 Km de ancho. Incluye a la Sierra de los Tuxtlas la cual, por su cercanía al mar, provoca mucha lluvia en la región lo que la convierte en una de las regiones más lluviosas en el país. Originalmente estaba constituida por selva alta perennifolia pero la explotación ganadera y agrícola intensa desde la época prehispánica llevó a cambios muy drásticos para flora y fauna resultando en la extinción local de muchas especies silvestres y la disminución de la extensión de la selva.

Áreas Protegidas: La Reserva de La Biósfera “Los Tuxtlas”

La enorme biodiversidad en Los Tuxtlas es comparable con pocas áreas de México y la destrucción progresiva por el impacto humano de esa zona implicó la implementación de un área protegida de una superficie total de 155,122 hectáreas. Desde el año 1998, la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas se configuró de la siguiente manera: zona núcleo (I) Volcán San Martín Tuxtla con 9,805 ha, zona núcleo (II) Sierra de Santa Marta con 18,031 ha, zona núcleo (III) Volcán San Martín Pajapan con 1,883.30 ha, y la zona de amortiguamiento con 125,401 ha. Así, diferentes tipos de bosques y selvas, desde la costa hasta la cima de los volcanes ofrecen protección a muchas especies de flora y fauna.

Amenazas

Las 121 comunidades que existen dentro de los límites de área protegida de la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas han aumentado dramáticamente en las últimas tres décadas sus actividades en la ganadería reemplazando así un gran parte de su agricultura precedente. La ganadería presenta la causa principal de la pérdida del ecosistema seguida de otros tipos de agricultura invasivos como el cultivo de maíz que se mantiene vía técnicas de quemar los terrenos (roza – tumba – quema) exponiendo al riesgo de incendios forestales. Otro impacto fuerte para el medio ambiente es provocado por el cultivo de la caña de azúcar ya que el uso de agroquímicos afecta entre otras cosas los cuerpos de agua y así la salud de los agricultores; además de la flora y fauna circundante. El tráfico ilegal de especies silvestres representa otra amenaza fuerte para la integridad biológica de la reserva.

Investigación Científica en la zona

Dentro de la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, la Estación de Biología Tropical “Los Tuxtlas” del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ocupa 640 hectáreas de selva y en ella se realiza investigación de flora, fauna y ecosistemas. La superficie forestal de la estación está bien conservada y representa diferentes tipos de hábitat de la región, tales como la selva alta y mediana perennifolia. Gracias a los trabajos realizados de la UNAM y la Universidad Veracruzana, Los Tuxtlas se consideran en la actualidad como uno de los sitios mejor estudiados en Latinoamérica.

Visión

Que el proyecto de Reintroducción de la Guacamaya Roja en Los Tuxtlas, sea un ejercicio pionero en la recuperación de la biodiversidad perdida en Los Tuxtlas.

Que la reintroducción sea exitosa y que este gran esfuerzo perdure para recuperar un legado biológico importantísimo para las generaciones futuras.

Que este proyecto detone otras iniciativas compatibles con la regeneración de la selva y la reintroducción de otras especies perdidas localmente.

Misión

Hacer posible la reintroducción exitosa de una especie extinta en gran parte de su hábitat natural de nuestro país, con esfuerzos multidisciplinarios.

Utilizar a la Guacamaya Roja como embajadora de la conservación de las selvas y crear conciencia sobre la importancia de la fauna y de la conservación del ecosistema y sus componentes.

Objetivos

Crear un proyecto transdisciplinario con el fin de que la reintroducción de la guacamaya roja en la región de Los Tuxtlas, Veracruz, lleve al establecimiento de una población viable de esta especie, y que logremos eliminar poco a poco los dos factores que la llevaron a desaparecer, la captura de pichones para el mercado de mascotas, y la pérdida de su hábitat. De esta forma tomar en cuenta los lineamientos de la IUCN y las enseñanzas de la Biología de la Conservación y de las experiencias con psitácidos en otras regiones.

Objetivos Particulares

El proyecto central abarcará los siguientes aspectos, de contar con los recursos indispensables:

  • A partir de individuos nacidos de una población en cautiverio, ir trasladando y construyendo una población fundadora cuyos grupos vayan siendo entrenados nuevamente hasta recuperar sus capacidades naturales para sobrevivir en libertad hasta que se reproduzcan libremente dos generaciones subsecuentes (aproximadamente 10 años o más).
  • Sensibilizar a la población local para que adopten el proyecto como suyo como una señal de que las especies se pueden recuperar y sus hábitats también, y estén interesados en colaborar y desarrollar proyectos sustentables, además del ecoturismo.
  • Emprender proyectos de reforestación y servicios ambientales para recuperar extensiones de selva en tierras bajas, particularmente en extensiones de selva inundable que son el hábitat preferido de la especie, y de esa manera favorecer también a otras especies.
  • Coadyuvar en el desarrollo de las comunidades para que mejoren sus condiciones de salud y nutrición, a la vez que colaboran en el proyecto, sirviendo de vinculación entre instituciones, y proponiendo proyectos sustentables.

Resumen

En México ésta hermosa ave se encuentra en peligro de extinción debido a su captura para el comercio ilegal y la destrucción de las selvas tropicales húmedas, que son su hábitat preferido.

Tiempo atrás podíamos encontrar a la guacamaya roja desde el sur de Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Campeche y Chiapas hasta Honduras. Actualmente sólo hay dos poblaciones en México, una de 400 individuos en la selva Lacandona, Chiapas y otra aún menor en Los Chimalapas, Oaxaca. Debido a esta crítica situación emprendemos este proyecto, para tratar recuperar la especie reintroduciéndola en la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, Veracruz, lugar donde anteriormente se distribuía y que reúne muchas características propicias para su regreso.

Trabajo con las Comunidades

En la región de Los Tuxtlas, está la red de Monitoreo Comunitario de Aves Huilotl Toxtlan. Queremos trabajar con ellos para intercambiar información y colaboración dado que necesitamos que nos ayuden a cuidarlas para que no las roben, sino que solamente capturen fotos y beneficie al ecoturismo. También estaremos escuchando sus ideas para llevar a cabo más proyectos sustentables con su enorme biodiversidad local.

Campaña de Orgullo

Queremos que las comunidades aledañas a la zona del posible asentamiento de las guacamayas tomen el proyecto como suyo, y aprovechen la oportunidad de que una de las especies carismáticas de aves extirpadas en la región pueda regresar y además ayude en futuras actividades (por ejemplo: ecoturismo) que puedan generar un beneficio en la zona.

Campaña de Reforestación a favor de La Guacamaya Roja

Existe el apoyo de voluntarios y ejidatarios, así como también a colegas botánicos, investigadores y estudiantes para ayudar a la guacamaya roja mediante la siembra de árboles frutales y maderables de la región, los cuales se colocaran en puntos estratégicos para que ayuden a la alimentación de la guacamaya, así como también a restaurar zonas degradadas de la selva, además de que nos ayuden con el registro de avistamientos de dichas aves.

Instituto de Biología – UNAM

El Instituto de Biología de la UNAM, es uno de los centros de investigación más importantes de América en donde podemos encontrar la Colección Nacional de Aves en el Departamento de Zoología, la cual cuenta con el Laboratorio de Ornitología y el Laboratorio de Genética de la Conservación.

También posee la Estación de Biología Tropical de “Los Tuxtlas” y la Estación de Biología de Chamela.

Sus funciones primordiales son la generación de conocimiento sobre la Biodiversidad de México su aprovechamiento y conservación, la formación de recursos humanos y la difusión y extensión del conocimiento hacia la sociedad. El proyecto de reintroducción de la Guacamaya Roja en Los Tuxtlas, abarca todos estos aspectos en su ejecución.

Criadero de Fauna Regional Parque Ecoarqueológico XCARET

El Aviario de XCARET ha trabajado desde 1993 en un programa de reproducción de guacamayas en cautiverio que ha arrojado resultados importantes. Se ha logrado el establecimiento de 100 parejas de las cuales 40 son reproductoras activas.

En la temporada 2011 lograron un total de 141 nacimientos y eso les hizo merecedores del Record Guinness por el mayor número de nacimientos de guacamayas en cautiverio en el mundo.

A lo largo de todo el tiempo que se ha desarrollado el programa, Xcaret ha obtenido logros en la generación de las técnicas para la crianza artificial y mantenimiento de esta especie en cautiverio, además de experiencia en programas para el entrenamiento y exhibición de estos organismos.

Estación Biológica de Los Tuxtlas

La Estación de Los Tuxtlas ha sido un detonante muy importante para el desarrollo de la Ecología del trópico húmedo, facilitando la generación de numerosos estudios no sólo sobre la descripción del ecosistema de la selva sino sus complejas interacciones, vulnerabilidades y necesidades de la conservación de sus especies y hábitats.

El proyecto en los medios

En esta página damos a conocer el ambicioso proyecto de reintroducir a la guacamaya roja a la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas en el estado de Veracruz, donde desapareció desde hace más de 50 años.

Por haberla convertido en mascota, la guacamaya roja mesoamericana está en grave peligro de extinción en México. Existen más guacamayas rojas en jaulas que en forma silvestre. Las únicas poblaciones silvestres que nos quedan son la de la selva Lacandona (Chiapas) donde se estima que existan unas 400 y quizás una pequeña población en la selva de Los Chimalapas (Oaxaca).

En este proyecto sumamos esfuerzos de cría en cautiverio realizados en el aviario Xcaret, con muchos participantes desde la academia hasta la población local y los administradores de diferentes oficinas de gobierno del ramo.

La participación de un grupo entusiasta de estudiantes e investigadores del Instituto de Biología de la UNAM en la conducción y ejecución del proyecto buscan que podamos aplicar los conocimientos de la Biología de la Conservación y que el esfuerzo sea evaluado y documentado.

La piñata de los estudiantes de la Colección Nacional de Aves del Instituto de Biología ganó el concurso. No le pierdas el tino a la Biodiversidad

organizado por el Jardín Botánico y la Fundación UNAM (2014)

La campaña regional ¡va viento en popa!

Información sobre la especie

Nombre Científico

Ara macao cyanoptera   

Nombres Comunes

También se le llama guaca, lapa roja (Centroamérica), papagayo, Xiuhtecutli (náhuatl), Vucub-Caquix, Mox (maya), Tu’t (Lacandón), y Scarlet Macaw en inglés.

Clasificación

Junto con otros loros, pericos y cacatúas, las guacamayas pertenecen al orden de aves Psittaciformes. Son aves tropicales muy populares gracias a sus coloridos plumajes e interesantes conductas. La guacamaya roja mesoamericana se clasifica como Ara macao cyanoptera, dentro de la familia Psittacidae. Se distingue de las guacamayas sureñas de la subespecie A. m. macao por ser de mayor tamaño y porque en sus alas no tienen una banda ancha verde junto a la coloración amarilla.

Estatus

La guacamaya roja mesoamericana pertenece a un subespecie diferente de la sudamericana y se encuentra en GRAVE PELIGRO DE EXTINCIÓN en la naturaleza debido a la extracción desmedida de polluelos y adultos para el comercio y a la pérdida de su hábitat natural, la selva alta perennifolia.

Distribución Original

En México, la guacamaya roja ocurrió históricamente desde el sur de Tamaulipas por Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Campeche y Chiapas y se reportaba como común. De Tamaulipas desapareció a principios del Siglo XIX. El precipitado declive por toda su área de distribución en el país ocurrió a principios de los años 1970s.

Distribución Actual

Actualmente se reportan sólo dos poblaciones, una pequeña en la Selva Lacandona en Chiapas, y otra más pequeña en Los Chimalapas de Oaxaca. Existe un riesgo muy fuerte de que dentro de pocos años, la especie pueda desaparecer de México y de la región de la Selva Maya de Mesoamérica. Estudios recientes han demostrado que la población de la guacamaya roja en la Cuenca del Río Usumacinta, compartida por México, Guatemala, Belice y Honduras constituye una metapoblación de alrededor de 400 individuos reproductores.

Hábitat Original

Utiliza con mayor frecuencia la selva alta perennifolia conservada; en particular, las zonas ripiaras e inundables son hábitats claves para su anidación, pues contienen los recursos alimenticios para su reproducción. Los juveniles durante los primeros meses después de dejar el nido presentan un área de actividad promedio de 7,355 ha, posteriormente realizan movimientos de mayores distancias, como de 9 a 21 km, y es posible que también realizan migraciones entre México y Guatemala.

Situación Actual de Su Hábitat

La selva alta perennifolia tiene un elevado grado de transformación y la tasa de deforestación más alta del país. Los programas gubernamentales de expansión de la frontera agrícola, la extracción forestal, la recolonización y la transformación del suelo a tierras de cultivo y ganaderas, han dado como resultado que en la actualidad sólo exista el 10% de la superficie original de selva.

Tamaño y Peso

Ocupan el cuarto lugar en tamaño entre las 17 especies de guacamayas de América. Los adultos miden 85-96 cm de cabeza a cola, con las plumas de la cola larga graduada y puntiaguda de 53 cm de largo en promedio; sus alas miden en promedio 41 cm de largo. Tienen un peso promedio de poco más de 1 kg. Los machos pueden ser ligeramente más grandes que las hembras. Con sus alas fuertes pueden alcanzar una velocidad de vuelo de 56 kilómetros por hora.

Plumaje

Es principalmente rojo escarlata, pero la rabadilla y las plumas de la cola están cubiertas de un color azul claro, las alas son de color amarillo con las partes superiores de las plumas de vuelo y los extremos de las plumas de la cola de color azul oscuro; la parte inferior de las plumas de vuelo de las alas y la cola son de color rojo oscuro con iridiscencias oro metálicas. Algunos individuos pueden tener verde en las alas. Las plumas de muchos psitácidos reflejan los rayos UV y estudios han demostrado que esto lo utilizan en la elección de la pareja (identificación individual). La coloración roja la obtienen gracias a 5 pigmentos rojos que producen llamados lipocromos y que se encuentran sólo en Psittaciformes. Sus plumas se renuevan permanentemente y las plumas viejas caen haciendo sitio para plumas nuevas. Un psitácido tiene entre 1500 y 15000 plumas, eso depende de su tamaño específico. El plumaje protege y calienta el ave. Las plumas del contorno dan la forma externa y presentan colores fuertes. Las plumas del vuelo se dejan manejar parecido como planos de sustentación de los aviones y permiten así maniobras exactas y elegantes. Abajo y más cerca al cuerpo se encuentran los plumones que son importantes para la regulación térmica. Las guacamayas rojas tienen la cara casi desnuda, mostrando su piel blanca, como otras aves que se alimentan de frutos pegajosos.

Pico

Tienen un pico fuerte y con él pueden trozar y extraer semillas. Se describe como una combinación de un “picahielos” (la maxila puntiaguda), un cincel (la parte afilada de la mandíbula), una lima (superficie acanalada interior de la maxila) y un torno de banco”. Su pico tiene muchas funciones entre ellas la exploración del medio ambiente, lo utilizan como herramienta y también lo usan para adecuar oquedades en los árboles que les servirán de nido. En la escalada lo utilizan como una tercera pata. Su pico sirve también como arma para defenderse contra enemigos y rivales. En cambio con su pareja o sus crías, pueden hacer caricias suaves con él. La guacamaya roja tiene la maxila de color hueso y la mandíbula negro mate. En el interior del pico grueso, hay una lengua que generalmente es grande y muscular. Su sentido del gusto funciona muy bien y es muy importante para escoger sus alimentos. La lengua ayuda para la palpación, y para machacar el alimento ya que no tienen dientes.

Vocalizaciones

Emiten chillidos y gritos muy fuertes, altos y en ocasiones de tono bajo, destinados a viajar muchos kilómetros para llamar a sus grupos. Logran comunicarse con una variedad de vocalizaciones y posturas; parejas acopladas participan en la comunicación táctil al acicalarse y realizan cantos interpretando un dueto.

Patas

Tienen dos dedos hacia adelante y dos dedos hacia atrás. Este arreglo les permite una gran destreza, y así usan las patas como manos. La prolongación de los dedos exteriores hace una parada firme, lo que posiblemente es la adaptación óptima para la vida en los árboles. Combinadas con el pico, sus patas les permiten una gran agilidad para trepar. Las patas son de color gris oscuro.

Órganos de Los Sentidos

Los Psitácidos no pueden oler muy bien, sus narinas solo sirven para respirar. Pero cuentan con un oído excelente, así los jóvenes identifican exactamente las voces de sus padres y no los confunden con otros adultos. Su mejor sentido es la vista. Ellos ven más colores que nosotros los humanos y tienen por la posición de sus ojos a los lados de la cabeza un campo visual muy amplio. Su visión es tetracromática es decir que cuentan con la capacidad de percibir los colores azul, verde, rojo y ultravioleta (UV). Sus ojos sobresalientes facilitan la visión hacia todos lados. Su iris es amarrillo y que al disminuir su pupila les da una herramienta de amenaza. Los juveniles tienen un iris más obscuro que los adultos. Pueden ver con los dos ojos combinados o separados en la distancia o en la cercanía.

Sociabilidad y Conducta

Son en general bastante sociales, casi no son territoriales y pueden encontrarse en grupos (“compañías”) de gran tamaño. Eso les ayuda a evitar a los depredadores porque la vigilancia de un grupo es mucho mejor, gracias a la combinación de muchos individuos que están alertas. Les gusta estar en contacto con otros individuos ya sea de forma visual, vocal o táctil a través de sus picos. Ellos tienen conductas sociales con una gran complejidad y son capaces de aprender mucho entre ellos sobre alimentación, ruidos nuevos, técnicas de vuelo y pasan tiempo observando el comportamiento de otros miembros del grupo. Por esto esas aves sufren mucho en una jaula pequeña sin la opción de tener contacto con sus conespecíficos.

Muchos de ellos tienen llamados diferentes para diferentes propósitos, incluyendo llamados suaves de contacto, llamados de advertencia, o llamados previos a tomar el vuelo.

Inteligencia y Cognición

Todos los psitácidos son aves con un alto grado de inteligencia. Con sus patas y su pico exploran mucho en su ambiente manipulando y juegan con todo tipo de elementos que encuentran en el ambiente. Muchas especies de psitácidos usan herramientas en forma de palitos cortados exactos para rascarse o llegar a alimentos. Investigaciones científicas sobre la cognición de estas aves han encontrado que ellas tienen el mismo grado de inteligencia que un niño humano de 3– 4 años! Si tienen que vivir en jaulas pequeñas sin estimulación sufren mucho por falta de actividades y pueden empezar de arrancarse sus plumas y auto mutilarse.

Alimentación

Comen principalmente frutas y nueces, y de vez en cuando complementan su dieta con néctar y flores. Se sabe que consumen los frutos antes de que estén maduros, los cuales tienen una piel dura y pulpa que es de difícil acceso, si no fuera por sus eficientes picos. Al acceder a estas frutas antes de que estén disponibles para otros animales, pueden obtener una ventaja competitiva. También son capaces de romper las más duras nueces y acceder a una muy alta variedad de frutos y semillas. Hay estructuras en el interior de su pico que les permiten presionar la semilla entre su lengua y el paladar y molerla para que pueda ser digerida.

Se ha reportado que en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua cerca de 80 especies de plantas de 22 familias botánicas les sirven de fuente de alimento. También se alimentan de tallos de hojas nuevas y bromelias, así como, de trozos de madera y larvas de las agallas de Astronium graveolens. El análisis bromatológico de los componentes de la dieta de la guacamaya roja en Perú, demostró que la especie consume un alto contenido de toxinas y lípidos en la dieta.

Las guacamayas rojas ocasionalmente consumen arcilla que se encuentra en las orillas de los ríos. Esto ayuda a la digestión de los productos químicos ásperos como los taninos que se ingieren al comer la fruta prematura.

Reproducción

El periodo de reproducción de la guacamaya roja en América Central se extiende de diciembre a junio en la época seca, las guacamayas utilizan las cavidades de árboles grandes maduros. En general la guacamaya roja pone uno o dos huevos, presentando una nidada promedio de 1.57 huevos y la incubación de los huevos dura 26 a 28 días. Tienen una estrategia de reproducción con pocas crías y una elevada atención de los padres. Los pollos son altricios, es decir, que nacen desnudos, ciegos y dependen de los padres para la alimentación y requieren mucho cuidado parental.

Reciben depredación y competencia por parte de halcones, abejas, loros, tucanes, oropéndolas, y un viejo de monte (Eira barbara). De estas especies, parece que los halcones y las abejas son las amenazas naturales más serias para su anidación. El tamaño de la nidada es de uno o dos huevos. Ocasionalmente, se han registrado nidadas de tres y hasta cuatro huevos pero generalmente, sólo eclosionan dos huevos y su éxito es de 1.5 en promedio.

La incubación de los huevos dura de 26 a 28 días, durante este periodo, la hembra se mantiene todo el tiempo cerca del nido, permaneciendo el 85–90% del tiempo dentro de la cavidad. En comparación, el macho realiza un promedio de 3.3 visitas al nido por día para alimentar a la hembra. Mantienen la misma pareja para toda su vida y se juntan en grupos para pernoctar. Casi siempre se les ve en pareja ya sea en sus nidos o en vuelo. La pareja puede mostrar afecto al lamer la cara del otro y acicalarse mutuamente. Una vez formada la pareja, rara vez se encuentran solos, excepto para buscar alimento cuando la hembra debe incubar los huevos.

Las crías abandonan el nido entre los 65 y 75 días de edad y permanecen un tiempo con los padres que puede ser de uno a dos años. Los padres dedican mucha atención a la crianza de los pollos. El adulto alimenta a los polluelos regurgitando un alimento licuado. La pareja no pondrá nuevamente huevos hasta que la o las crías de la puesta anterior hayan logrado independizarse. La guacamaya roja alcanza la madurez sexual a los 3-4 años de edad. Se puede esperar que el éxito de anidación y productividad reproductiva de la especie sea menor en áreas perturbadas con mayor presencia de depredadores y saqueo ilegal. A partir de datos de censos, se determinó que el 80% de la población silvestre de guacamayas no se reproducen en un año determinado. En Belice, se estimó que menos del 20% de la población se reproduce cada año.

Amenazas

La más fuerte amenaza a las poblaciones silvestres de la guacamaya roja en México y en amplias zonas de su área de distribución, ha sido y es la extracción desenfrenada para el comercio de la especie. La demanda y el valor económico de la guacamaya roja en el mercado, impulsaron su tráfico ilegal tanto para el mercado internacional como para el nacional. Esta presión la ha llevado a la extinción local en la mayor parte de su distribución original.

Se estima que cada año hay una captura ilegal de 50 individuos, y entre 1995-2005 la PROFEPA reportó el aseguramiento de 144 ejemplares de la especie (probablemente de origen centroamericano).

Además, los cazadores furtivos buscan a los loros y cortan el árbol donde anidan para acceder a los jóvenes o también cazan adultos. La tala de árboles para acceder a las guacamayas limita el número de lugares para anidar y esta práctica eventualmente limita el número de jóvenes criados.

Otra amenaza importante ha sido el incremento en la deforestación y la fragmentación del hábitat, que han tenido un impacto negativo también al ir disminuyendo dramáticamente sus recursos alimenticios, sus sitios de anidación y el área en sí disponible para su sobrevivencia.

A este problema se suman la depredación de los nidos de la guacamaya roja por aves y mamíferos y ataques de abejas africanas.

Otros agentes que ponen en peligro el éxito reproductivo de las guacamayas, son las tormentas que destruyen sus sitios de anidación, enfermedades crónicas, parásitos como larvas de Auchmeroyia luteola, Tabanus spp, Musca doméstica y ácaros de Dermanyssus gallinae afectando el desarrollo normal e incluso ocasionando la muerte de los pichones.

La competencia por las cavidades entre parejas de la guacamaya roja podría incrementarse en las áreas perturbadas donde hay una baja disponibilidad de sitios y donde se dan fuertes interacciones agonísticas llevando al fracaso de los nidos.

Existe el riesgo de que las poblaciones silvestres de la especie puedan desaparecer de la región dentro de 10 años.

Conservación

La ley actual dicta que es ilegal la extracción para el comercio de la guacamaya roja debido a su inclusión en el Apéndice I de CITES. Esto aplica no sólo en México, sino a toda su área de distribución.

Las tasas de reproducción en la naturaleza son bajas debido entre otras razones, a la escasez natural de sitios adecuados de anidación. Algunas organizaciones de conservación han encontrado que las especies de guacamayas anidan en cavidades artificiales y han complementado ciertas áreas con nidos artificiales.

El World Parrot Trust fue creado en 1989 para proteger a los loros en su ambiente natural. Además, hay una tendencia a que los criadores proporcionen las plumas de las aves a comunidades indígenas que aún las ocupan, para que otras guacamayas no se sacrifiquen exclusivamente por las plumas.

En México, los únicos esfuerzos prácticos in situ, para nuestro conocimiento, que se están haciendo son en las comunidades del Municipio Marqués de Comillas, del ejido Reforma Agraria, de la Reserva de la Biosfera Montes Azules y en Chajul y Yaxchilán. Además de la protección del hábitat se vigilan los nidos para que no sean saqueados y se toman datos de su éxito reproductivo. También se tienen instalaciones ecoturísticas. Es muy importante continuar con este esfuerzo para esta población silvestre mexicana remanente.

En Guatemala, desde 2002, la Wildlife Conservation Society ha estado trabajando para conservar la última población remanente. Se está trabajando para construir una amplia alianza con instituciones locales, nacionales e internacionales para aumentar el número de guacamayas silvestres libres en el último refugio en Guatemala para la especie, La Reserva de la Biosfera Maya (RBM).

Además de los esfuerzos para proteger el hábitat, también se vigilan los nidos con regularidad, y se da tratamiento contra la colonización por abeja africanizada dentro de las cavidades de anidación con Permetrina (y ahora con el polvo Sevin también), se capturan imágenes de vídeo dentro de los nidos para comprender mejor la depredación natural, se construyen y colocan nidos artificiales, y se educa a los niños en edad escolar en las comunidades vecinas acerca de la difícil situación de las guacamayas en el área.

En comparación con las poblaciones de la otra subespecie de guacamaya roja, Ara macao macao, la población de A. m. La cyanoptera está MUY AMENAZADA, con menos de 1,000 aves restantes en toda su área.

Literatura Consultada

  • Cantu G., Juan Carlos y María Elena Sánchez Saldaña. 2007. The Illegal Parrot Trade in Mexico: A Comprehensive Assessment.
  • Renton, K., T.C. Monterrubio-Rico, G. Carreón-Arroyo, y E.E. Iñigo-Elías. 2003.
  • Guacamaya roja (Ara macao cyanoptera). Ficha para el libro rojo de las aves de México y el Método de Evaluación de Riesgo. http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/ise/fichasnom/Aramacao00.pdf
  • McGraw, K. J.; Nogare, M. C. 2005. Distribution of unique red feather pigments in parrots. Biology Letters. 1(1): 38-43. Le Plongeon, Alice. Notas sobre Yucatan. UADY 2000.
  • De la Garza, Mercedes. Aves sagradas de los Mayas. Universidad Nacional Autónoma de México. Centro de Estudios Mayas.
  • Gish, Elisabeth. The Case for Bio-centric Development: An Ethnographic Study of the Tambopata Macaw Project, Ecotourism & Volunteer Tourism in the Peruvian Amazon. An International Development Studies MSc Thesis Presented to the Rural Development Sociology Department of Wageningen University, August 31, 2009.
  • Milbrath, Susan. Star gods of the Maya: astronomy in art, folklore, and calendars. Max Planck Institute for Demographic Research http://www.macawmountain.com/antiguos_mayas.htm